lunes, 27 de enero de 2014

Marcos 3, 31-35. Todo el que hace la voluntad de Dios es hermano mío y hermana y madre!











Entonces llegaron su madre y sus hermanos, se quedaron afuera y lo mandaron a llamar.
Como era mucha la gente sentada en torno a Jesús, le transmitieron este recado: «Tu madre, tus hermanos y tus hermanas están fuera y preguntan por ti.»
Él les contestó: «¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?»
Y mirando a los que estaban sentados a su alrededor, dijo: «Estos son mi madre y mis hermanos.
Porque todo el que hace la voluntad de Dios es hermano mío y hermana y madre.»



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