sábado, 20 de julio de 2013

Salmo 14. Dice en su corazón el insensato: ¡Mentira, Dios no existe!






Dijo en su corazón el insensato: ¡Mentira, Dios no existe! Son gente pervertida que hacen cosas infames; ya no hay quien haga el bien.
Se inclina Dios desde el cielo, mira a los hijos de Adán, ¿habrá alguno que valga, siquiera uno que busque al Señor?
Todos están descarriados, y juntos se han corrompido. No queda ni un hombre honrado ni uno de muestra siquiera.
¿No comprenderán esos malhechores que, cuando comen, se comen a mi pueblo ¡No le han pedido a Dios la bendición!
Pero mira: ¡cómo se asustan de repente: Dios estaba entre los justos!
Ustedes frustraban la esperanza del pobre, pero es Dios su refugio.
¿Quién traerá de Sión la salvación de Israel? Cuando a su pueblo Dios traiga de vuelta, habrá alegría en Jacob, Israel será colmado.

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