miércoles, 31 de julio de 2013

Salmo 83. Sólo tú te llamas Señor, y eres Altísimo en toda la tierra!














¡Oh Dios, no descanses, no te calles, oh Dios, no te quedes impasible! 
cuando tus enemigos hacen estruendo y los que te odian levantan la cabeza.

Traman un complot contra tu pueblo, conspiran contra tus protegidos.

"Vengan, dicen, no sean más nación, y que nadie recuerde el nombre de Israel".

Se pusieron todos de acuerdo, sellaron una alianza contra ti:

los clanes de Edom y de Ismael, los de Moab y los hijos de Agar, 
los de Guebal, Amón y de Amalec, los filisteos y la gente de Tiro; 
hasta los de Asur se unieron a ellos y prestaron su fuerza a los hijos de Lot.

Haz que corran la suerte de Madian, de Sísera y Jabín en el valle de Cisón, 
que fueron exterminados junto a Endor, y de abono sirvieron a la tierra.

Trata a sus príncipes como a Oreb y a Zeb, y como a Zebáh y Salmaná a sus capitanes, 
que habían dicho: "Nosotros conquistaremos los dominios de Dios".

Dios mío, trátalos como un torbellino, como paja llevada por el viento; 
como incendio que arrasa con el bosque, como fuego que corre por los montes, 
así persíguelos con tu tormenta y llénalos de terror con tu huracán.

Cúbreles la cara de vergüenza. tal vez así, Señor, busquen tu nombre.

Que se confundan y espanten para siempre, que sean humillados y perezcan.

Sepan que sólo tú te llamas Señor, y eres Altísimo en toda la tierra.

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