miércoles, 21 de agosto de 2013

Salmo 112 ¡Feliz el hombre que teme al Señor y valora mucho sus mandamientos!
















¡Aleluya! ¡Feliz el hombre que teme al Señor y valora mucho sus mandamientos!
Su semilla será pujante en el país, los retoños del hombre bueno serán benditos.
Habrá en su casa bienes y riquezas, y su honradez, que durará para siempre.
Brilla como luz en las tinieblas para los de recto corazón; él comprende, es clemente y justo.
Le va bien al compasivo y que presta, y lleva sus negocios en conciencia, pues nada logrará perturbarlo: el recuerdo del justo será eterno.
No tiene miedo a las malas noticias, pues en su corazón confía en el Señor, su corazón está firme, nada teme, al final, despreciará a sus adversarios.
Es generoso en dar a los pobres, su honradez permanece para siempre, su cuerno aumenta en gloria.
El malvado lo ve y se irrita, le rechinan los dientes, se debilita; nada queda del deseo de los malos.



No hay comentarios.:

Publicar un comentario