miércoles, 30 de octubre de 2013

Lucas 13, 31-35. ¡Bendito sea el que viene en Nombre del Señor!
















En ese momento unos fariseos llegaron para avisarle: «Márchate de aquí, porque Herodes quiere matarte.»

Jesús les contestó: «Vayan a decir a ese zorro: Hoy y mañana expulso demonios y realizo curaciones, y al tercer día llegaré a mi término.

Pero tengo que seguir mi camino hoy, mañana y un poco más, porque no es correcto que un profeta sea asesinado fuera de Jerusalén.

¡Jerusalén, Jerusalén! ¡Qué bien matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos como la gallina reúne a sus polluelos debajo de sus alas, y tú no has querido!

Por eso se van a quedar con su Templo vacío y no me volverán a ver hasta que llegue el tiempo en que ustedes dirán: «¡Bendito sea el que viene en Nombre del Señor!»

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