lunes, 14 de octubre de 2013

Lucas 11, 37-41 ¡Así son ustedes, los Fariseos. Ustedes limpian por fuera las copas y platos, pero el interior de ustedes está lleno de rapiñas y perversidades!

Cuando Jesús terminó de hablar, un fariseo lo invitó a comer a su casa. Entró y se sentó a la mesa.


El fariseo entonces se extrañó al ver que Jesús no se había lavado las manos antes de ponerse a comer.


El Señor le dijo: «Así son ustedes, los Fariseos. Ustedes limpian por fuera las copas y platos, pero el interior de ustedes está lleno de rapiñas y perversidades. ¡Estúpidos!


El que hizo lo exterior, ¿no hizo también lo interior?


Pero, según ustedes, simplemente con dar limosnas todo queda purificado.


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