domingo, 26 de octubre de 2014

Lucas 13, 10-17. El Señor le replicó: «¡Ustedes son unos falsos! ¿Acaso no desatan del pesebre a su buey o a su burro en día sábado para llevarlo a la fuente?
















Un sábado Jesús estaba enseñando en una sinagoga.
Había allí una mujer que desde hacía dieciocho años estaba poseída por un espíritu que la tenía enferma, y estaba tan encorvada que no podía enderezarse de ninguna manera.
Jesús la vio y la llamó. Luego le dijo: «Mujer, quedas libre de tu mal».
Y le impuso las manos. Al instante se enderezó y se puso a alabar a Dios.
Pero el presidente de la sinagoga se enojó porque Jesús había hecho esta curación en día sábado, y dijo a la gente: «Hay seis días en los que se puede trabajar; vengan, pues, en esos días para que los sanen, pero no en día sábado.»
El Señor le replicó: «¡Ustedes son unos falsos! ¿Acaso no desatan del pesebre a su buey o a su burro en día sábado para llevarlo a la fuente?
Esta es hija de Abraham, y Satanás la mantenía atada desde hace dieciocho años; ¿no se la debía desatar precisamente en día sábado?»

Mientras Jesús hablaba, sus adversarios se sentían avergonzados; en cambio la gente se alegraba por las muchas maravillas que le veían hacer.

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