lunes, 30 de diciembre de 2013

I Juan 2, 17-25. Pasa el mundo con todas sus codicias, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre!



 









Pasa el mundo con todas sus codicias, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.

Hijitos, es la última hora, y han oído que va a venir un anticristo. Pero ya han venido varios anticristos, por lo cual conocemos que es la última hora.

Esa gente salió de entre nosotros, pero no eran de los nuestros; si hubieran sido de los nuestros, se habrían quedado con nosotros. Así es como descubrimos que no todos son de los nuestros.
Pero ustedes tienen esa unción que viene del Santo, por lo que todos tienen ya conocimiento.
Les escribo, no porque no conozcan la verdad, sino porque la conocen y porque la mentira no puede salir de la verdad.
¿Y quién es el mentiroso sino el que niega que Jesús es el Cristo? Ese es el mentiroso, el que niega a la vez al Padre y al Hijo.
Pues el que niega al Hijo, ya no tiene al Padre; y el que reconoce al Hijo tiene también al Padre.
Permanezca en ustedes lo que oyeron desde el principio; si permanece en ustedes lo que oyeron desde el comienzo, también ustedes permanecerán en el Hijo y en el Padre.
Esta es la promesa que él mismo prometió, y que es la vida eterna.



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