sábado, 23 de noviembre de 2013

Salmo 121. Mi socorro me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra!


















Dirijo la mirada hacia los montes: ¿de dónde me llegará ayuda?
Mi socorro me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra.
No deja que tu pie dé un paso en falso, no duerme tu guardián; jamás lo rinde el sueño o cabecea el guardián de Israel.
El Señor es tu guardián y tu sombra, el Señor está a tu diestra.

Durante el día el sol no te maltratará, ni la luna de noche.
Te preserva el Señor de todo mal, él guarda tu alma.
El te guarda al salir y al regresar, ahora y para siempre.



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