Cada cual engaña a su prójimo, se dicen buenas palabras, pero con doblez.
Que el Señor arranque los labios mentirosos y la lengua que dice grandes frases.
Pues dicen: "Con palabras todo lo conseguiremos; si sabemos hablar, ¿quién nos va a dominar?"
"Los pobres son despojados, gimen los humildes, ahora me levanto - dice el Señor - y prestaré socorro al que es despreciado."
Las palabras del Señor son palabras seguras, son como plata pura siete veces purificada en el crisol.
Tú, Señor, cuidarás de nosotros; protégenos por siempre de esta generación.
Por doquier se andan paseando los malvados y cunde el vicio entre los hijos de Adán.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario