viernes, 27 de febrero de 2015

Salmo 6. sáname pues no puedo sostenerme!



















Señor, no me reprendas en tu ira, ni me castigues si estás enojado.
Ten compasión de mí que estoy sin fuerzas; sáname pues no puedo sostenerme.
Aquí estoy sumamente perturbado, y tú, Señor, ¿hasta cuándo?...
Vuélvete a mí, Señor, salva mi vida, y líbrame por tu gran compasión.
Pues, ¿quién se acordará de ti entre los muertos? ¿Quién te alabará donde reina la muerte?
Extenuado estoy de tanto gemir, cada noche empapo mi cama y con mis lágrimas inundo mi lecho.
Mis ojos se consumen de tristeza, he envejecido al ver tantos enemigos.
Aléjense de mí, ustedes malvados, porque el Señor oyó la voz de mi llanto.
El Señor atendió mi súplica, el Señor recogió mi oración.
¡Que todos mis contrarios se confundan, y no puedan reponerse, que en un instante se corran, llenos de vergüenza!

miércoles, 11 de febrero de 2015

Marcos 7, 24-30. "Espera que se sacien los hijos primero, pues no está bien tomar el pan de los hijos para echárselo a los perritos". Pero ella le respondió: "Señor, los perritos bajo la mesa comen las migajas que dejan caer los hijos."
















Jesús decidió irse hacia las tierras de Tiro. Entró en una casa, y su intención era que nadie lo supiera, pero no logró pasar inadvertido.
Una mujer, cuya hija estaba en poder de un espíritu malo, se enteró de su venida y fue en seguida a arrodillarse a sus pies.
Esta mujer era de habla griego y de raza sirofenicia, y pidió a Jesús que echara al demonio de su hija.
Jesús le dijo: «Espera que se sacien los hijos primero, pues no está bien tomar el pan de los hijos para echárselo a los perritos.»
Pero ella le respondió: «Señor, los perritos bajo la mesa comen las migajas que dejan caer los hijos.»

Entonces Jesús le dijo: «Puedes irte; por lo que has dicho el demonio ya ha salido de tu hija.»
Cuando la mujer llegó a su casa, encontró a la niña acostada en la cama; el demonio se había ido.

lunes, 9 de febrero de 2015

Jennifer Salinas - Eres Santo (OFICIAL)

Salmo 9 - Jennifer Salinas [Letras]

salmo 8

Marcos 7, 1-13. Con justa razón profetizó de ustedes Isaías cuando escribía: "Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. El culto que me rinden de nada sirve; las doctrinas que enseñan no son más que mandatos de hombres. Ustedes descuidan el mandamiento de Dios por aferrarse a tradiciones de hombres"























Los fariseos se juntaron en torno a Jesús, y con ellos había algunos maestros de la Ley llegados de Jerusalén.
Esta gente se fijó en que algunos de los discípulos de Jesús tomaban su comida con manos impuras, es decir, sin habérselas lavado antes.
Porque los fariseos, al igual que el resto de los judíos, están aferrados a la tradición de sus mayores, y no comen nunca sin haberse lavado cuidadosamente las manos.
Tampoco comen nada al volver del mercado sin antes cumplir con estas purificaciones. Y son muchas las tradiciones que deben observar, como la purificación de vasos, jarras y bandejas.
Por eso los fariseos y maestros de la Ley le preguntaron: «¿Por qué tus discípulos no respetan la tradición de los ancianos, sino que comen con manos impuras?»
Jesús les contestó: «¡Qué bien salvan ustedes las apariencias! Con justa razón profetizó de ustedes Isaías cuando escribía: Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí.
El culto que me rinden de nada sirve; las doctrinas que enseñan no son más que mandatos de hombres.
Ustedes descuidan el mandamiento de Dios por aferrarse a tradiciones de hombres.»
Y Jesús añadió: «Ustedes dejan tranquilamente a un lado el mandato de Dios para imponer su propia tradición.
Así, por ejemplo, Moisés dijo: Cumple tus deberes con tu padre y con tu madre, y también: El que maldiga a su padre o a su madre es reo de muerte.
En cambio, según ustedes, alguien puede decir a su padre o a su madre: «Lo que podías esperar de mí es "consagrado", ya lo tengo reservado para el Templo.»
Y ustedes ya no dejan que esa persona ayude a sus padres.

De este modo anulan la Palabra de Dios con una tradición que se transmiten, pero que es de ustedes. Y ustedes hacen además otras muchas cosas parecidas a éstas.»

domingo, 8 de febrero de 2015

Salmo 103. Bendice al Señor, alma mía, alabe todo mi ser su santo Nombre!




















Bendice al Señor, alma mía, alabe todo mi ser su santo Nombre.
Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios.
El perdona todas tus ofensas y te cura de todas tus dolencias.
El rescata tu vida de la tumba, te corona de amor y de ternura.
El colma de dicha tu existencia y como el águila se renueva tu juventud.
El Señor obra en justicia y a los oprimidos les da lo que es debido.
Reveló sus caminos a Moisés y a los hijos de Israel sus proezas.
El Señor es ternura y compasión, lento a la cólera y lleno de amor;
si se querella, no es para siempre, si guarda rencor, es sólo por un rato.
No nos trata según nuestros pecados ni nos paga según nuestras ofensas.
Cuanto se alzan los cielos sobre la tierra tan alto es su amor con los que le temen.
Como el oriente está lejos del occidente así aleja de nosotros nuestras culpas.
Como la ternura de un padre con sus hijos es la ternura del Señor con los que le temen.
El sabe de qué fuimos formados, se recuerda que sólo somos polvo.
El hombre: sus días son como la hierba, él florece como la flor del campo;
un soplo pasa sobre él, y ya no existe y nunca más se sabrá dónde estuvo.
Pero el amor del Señor con los que le temen es desde siempre y para siempre; defenderá a los hijos de sus hijos,
de aquellos que guardan su alianza y se acuerdan de cumplir sus ordenanzas.
El Señor ha fijado su trono en los cielos y su realeza todo lo domina.
Bendigan al Señor todos sus ángeles, héroes poderosos, que ejecutan sus órdenes apenas oyen el sonido de su palabra.
Bendigan al Señor todos sus ejércitos, sus servidores, para hacer su voluntad.
Bendigan al Señor todas sus obras, en todos los lugares de su dominio. ¡Bendice, alma mía, al Señor!