jueves, 25 de septiembre de 2014

Salmo 143

Salmo 143

Salmo 143. Bendito el Señor, mi roca

MELISSA - SALMOS 143

Lucas 9, 18-22. El Hijo del Hombre tiene que sufrir mucho y ser rechazado por las autoridades judías, por los jefes de los sacerdotes y por los maestros de la Ley. Lo condenarán a muerte, pero tres días después resucitará.

Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?




















Un día Jesús se había apartado un poco para orar, pero sus discípulos estaban con él. Entonces les preguntó: «Según el parecer de la gente ¿quién soy yo?»
Ellos contestaron: «Unos dicen que eres Juan Bautista, otros que Elías, y otros que eres alguno de los profetas antiguos que ha resucitado.»
Entonces les preguntó: «Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?» Pedro respondió: «Tú eres el Cristo de Dios.»

Jesús les hizo esta advertencia: «No se lo digan a nadie».
Y les decía: «El Hijo del Hombre tiene que sufrir mucho y ser rechazado por las autoridades judías, por los jefes de los sacerdotes y por los maestros de la Ley. Lo condenarán a muerte, pero tres días después resucitará.»

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Señor me has mirado a los ojos

COMO NO CREER EN DIOS - WILKINS (MÚSICA Y LETRA)

Si yo no tengo Amor - Coro Cantaré

Salmo 89 Señor tu has sido nuestro refugio

Salmo 89 - Melissa e Mateus

Lucas 9, 1-9. Jesús reunió a los Doce y les dio autoridad para expulsar todos los malos espíritus y poder para curar enfermedades. Después los envió a anunciar el Reino de Dios y devolver la salud a las personas.



























Jesús reunió a los Doce y les dio autoridad para expulsar todos los malos espíritus y poder para curar enfermedades.
Después los envió a anunciar el Reino de Dios y devolver la salud a las personas.
Les dijo: «No lleven nada para el camino: ni bolsa colgada del bastón, ni pan, ni plata, ni siquiera vestido de repuesto.
Cuando los reciban en una casa, quédense en ella hasta que se vayan de ese lugar.
Pero donde no los quieran recibir, no salgan del pueblo sin antes sacudir el polvo de sus pies: esto será un testimonio contra ellos.»

Ellos partieron a recorrer los pueblos; predicaban la Buena Nueva y hacían curaciones en todos los lugares.
El virrey Herodes se enteró de todo lo que estaba ocurriendo, y no sabía qué pensar, porque unos decían: «Es Juan, que ha resucitado de entre los muertos»;
y otros: «Es Elías que ha reaparecido»; y otros: «Es alguno de los antiguos profetas que ha resucitado.»
Pero Herodes se decía: «A Juan le hice cortar la cabeza. ¿Quién es entonces éste, del cual me cuentan cosas tan raras?» Y tenía ganas de verlo.

jueves, 4 de septiembre de 2014

Cuando levanto mis manos

salmo 36:5-7/José Patricio

Lucas 5. 33-39. Pongan el vino nuevo en envases nuevos. Y miren: el que esté acostumbrado al añejo, no querrá vino nuevo, sino que dirá: El añejo es el bueno!





















Algunos le dijeron: «Los discípulos de Juan ayunan a menudo y rezan sus oraciones, y lo mismo hacen los discípulos de los fariseos, mientras que los tuyos comen y beben.»
Jesús les respondió: «Ustedes no pueden obligar a los compañeros del novio a que ayunen mientras el novio está con ellos.
Llegará el momento en que les será quitado el novio, y entonces ayunarán.»
Jesús les propuso además esta comparación: «Nadie saca un pedazo de un vestido nuevo para remendar otro viejo. ¿Quién va a romper algo nuevo, para que después el pedazo tomado del nuevo no le venga bien al vestido viejo?

Nadie echa tampoco vino nuevo en envases de cuero viejos; si lo hace, el vino nuevo hará reventar los envases, se derramará el vino y se perderán también los envases.
Pongan el vino nuevo en envases nuevos.
Y miren: el que esté acostumbrado al añejo, no querrá vino nuevo, sino que dirá: El añejo es el bueno.»